¿Conoces la Verdad?
Aditivos y Biodegradación: Mitos y Realidades
En primer lugar, se ha mantenido la concepción de que los aditivos son la respuesta a la biodegradación de los plásticos. Se ha presentado la idea de que, al añadir aditivos, los plásticos automáticamente se biodegradan. Sin embargo, esto es más una ilusión que una realidad. Aunque estos aditivos pueden contribuir a la fragmentación del plástico, este proceso difiere de la biodegradación auténtica. La biodegradación, en su definición más pura, se refiere a la desintegración total de un material sin dejar ningún residuo.
El auge de los "materiales ecológicos" ha provocado que se incite a la población a reducir el consumo de plásticos. Para reemplazar estos materiales, se han iniciado investigaciones para encontrar nuevas formulaciones que incorporan ingredientes naturales. Esto ha llevado al desarrollo y la invención de productos como los popotes fabricados a partir de materiales naturales.
Sin embargo, es crucial recordar que estas innovaciones representan solo una parte de la solución. No siempre garantizan una biodegradación total, como podríamos pensar. En nuestra batalla contra la contaminación por plásticos, necesitamos mantener un enfoque crítico sobre las nuevas soluciones propuestas y tener una comprensión sólida de los conceptos que las respaldan. En otras palabras, necesitamos seguir aprendiendo y adaptándonos a medida que buscamos formas de cuidar mejor nuestro planeta.
Popotes de Hueso de Aguacate: Más Plástico que Aguacate
El reconocido popote de hueso de aguacate, promocionado por medios como TV Azteca y la revista Fortune, se presentó como una revolución en materiales biodegradables. Este producto fue publicitado como hecho a base de hueso de aguacate, cuando en realidad, se compone en su mayoría de plástico. Este hecho fundamental fue oscurecido por la idea de que se añade un pequeño porcentaje de un producto natural, en este caso, el hueso de aguacate.
El enfoque se centró en lo "revolucionario" del invento, comprando la idea de que estos popotes eran puramente de hueso de aguacate y por lo tanto, biodegradables. La realidad es más compleja: para hacer biodegradable a un popote compuesto en su mayoría por plástico, se necesita algo más que simplemente añadir un elemento natural. La inclusión del aguacate en el plástico simplemente encapsula el elemento natural, que necesita un ambiente propicio para descomponerse.
La solución propuesta fue añadir un aditivo al plástico para ayudar a su biodegradación, liberando así el componente natural y dando inicio a un proceso de biodegradación aparente. El invento, promovido como una solución formidable, se vendió por todo el mundo, desde Europa hasta Australia, Estados Unidos y Canadá, sin aclarar que en realidad era plástico con un pequeño porcentaje de hueso de aguacate.
La razón de esta mezcla radica en la naturaleza del plástico. Si intentáramos fabricar popotes únicamente con hueso de aguacate, estos se quemarían en el proceso. El plástico, un producto petroquímico, posee características de resistencia y elasticidad que los elementos naturales no tienen. Al añadir un pequeño porcentaje de un elemento natural, el plástico mantiene su resistencia, y así se crea el popote "biodegradable" de hueso de aguacate.
Estos popotes de hueso de aguacate se han vuelto extremadamente populares, pero es importante destacar que aún no existen certificados que los declaren compostables y biodegradables. Aunque el fabricante afirma que lo son, no existe respaldo oficial de estas afirmaciones. Debemos ser conscientes de estos detalles al tomar decisiones informadas sobre los productos que elegimos usar.
Popotes de Fibra de Agave: Reciclaje o Falsedad
El siguiente en la lista de productos supuestamente ecológicos es el popote de fibra de agave. Este producto surgió de la idea de reciclar la fibra de agave desechada después del proceso de producción del tequila. Se promociona como un producto reciclado, aprovechando un recurso natural que de otro modo sería desperdiciado. Sin embargo, al igual que con los popotes de hueso de aguacate, la realidad es diferente.
El popote se fabrica utilizando un pellet, una mezcla de plástico y fibra de agave. Gracias a la resistencia inherente del plástico, el producto final mantiene la consistencia y resistencia esperada de un popote, pero con la textura de la fibra de agave. Esta combinación creó una historia de marketing poderosa, impulsada por el concepto de reciclaje y reutilización de desechos de agave.
A la gente le gusta la idea de contribuir al medio ambiente, y la narrativa de "reciclar" la fibra de agave desechada para hacer popotes parece atractiva. Pero lo que muchos consumidores no saben es que estos popotes no están compuestos únicamente de agave. De hecho, no pueden serlo, ya que un popote 100% natural no tendría la resistencia necesaria.
La solución propuesta, al igual que con el popote de hueso de aguacate, es agregar un aditivo para facilitar la biodegradación del componente plástico. A pesar de las afirmaciones de que este aditivo acelera la degradación del plástico, en realidad, la evidencia es insuficiente. Aunque el aditivo puede ayudar a romper las moléculas de carbono en el plástico, el proceso es lento y no garantiza una biodegradación completa.
Las pruebas que se realizan para confirmar la biodegradabilidad de estos productos suelen ser pruebas aceleradas que utilizan luz ultravioleta e infrarroja. Sin embargo, los resultados de estas pruebas pueden no ser representativos del tiempo real que toma para que un producto se degrade en condiciones naturales. Para confirmar la biodegradabilidad a largo plazo, se necesitaría enterrar el popote y verificar su estado después de varios años.
Además, existe una confusión común entre los términos "biodegradable" y "compostable". La compostabilidad implica que un material puede descomponerse en un ambiente controlado, como un compostador industrial o doméstico, y convertirse en fertilizante. Pero el hecho de que un producto sea compostable no significa necesariamente que se degrade de manera efectiva en condiciones naturales.
En conclusión, aunque la idea de reciclar la fibra de agave desechada para hacer popotes suena atractiva, es importante entender la realidad detrás de estos productos. Necesitamos ser críticos y estar bien informados antes de tomar decisiones de compra basadas en las afirmaciones de biodegradabilidad y compostabilidad.
Biodegradable vs Compostable
¿Que es la Biodegradación?
La biodegradación es un proceso natural que puede ocurrir de varias maneras. Por ejemplo, en entornos sin oxígeno, como los vertederos, la biodegradación puede ocurrir a través de un proceso conocido como biodegradación anaeróbica. Sin embargo, la falta de oxígeno puede dificultar la eficiencia de este proceso.
En los vertederos a cielo abierto, la biodegradación ocurre en presencia de oxígeno, un proceso conocido como biodegradación aeróbica. Aquí, el oxígeno y los microorganismos interactúan con los materiales de desecho para descomponerlos. Este es el concepto detrás de los aditivos "oxo-biodegradables", que pretenden acelerar la biodegradación en presencia de oxígeno.
Sin embargo, existe un malentendido común sobre el término "biodegradable", especialmente cuando se aplica a productos comerciales como los popotes. Los fabricantes pueden presentar un producto como "biodegradable" y respaldar esta afirmación con un estudio de laboratorio que indica que el producto tiene el potencial de biodegradarse. Sin embargo, estos estudios a menudo no proporcionan detalles sobre si el producto se biodegradará completamente o cuánto tiempo tomará este proceso.
Idealmente, la biodegradación debería ocurrir de manera rápida y eficiente, pero la realidad es que este proceso puede llevar años. Este es un punto de controversia en las discusiones sobre la certificación de productos biodegradables. A menudo, los fabricantes pueden manipular o distorsionar información para hacer parecer que sus productos cumplen con ciertas normas de biodegradabilidad.
"Biodegradable vs Compostable" Por la BPI
La BPI siendo el Instituto de Productos Biodegradables, es una organización que prueba, certifica y promueve productos conscientes del medio ambiente. La certificación BPI es la única verificación de terceros en América del Norte para la Sociedad Americana de Pruebas y Materiales.
Para obtener la certificación, los candidatos deben aprobar las pruebas asociadas con la certificación, que pueden incluir un examen en línea y/o práctico. Las pruebas deben ser administradas por un supervisor y deben realizarse en un Centro de Pruebas BPI.
La BPI siendo una de organizaciones más prestigiosas en este campo, compartió lo siguiente:
VISIÓN GENERAL
Aunque los términos "biodegradable" y "compostable" pueden parecer sinónimos, existen diferencias importantes. Mientras que todo lo que es compostable es técnicamente biodegradable, no todo lo que es biodegradable es compostable, debido a que existen normas y plazos específicos de terceros asociados con la compostabilidad que no existen para la biodegradabilidad. Esto se vuelve particularmente importante cuando los términos se utilizan para describir los atributos de fin de vida de los productos y embalajes.
BIODEGRADABLE
El término "biodegradable" es preciso cuando se utiliza en contextos técnicos, pero es altamente problemático e incluso ilegal utilizarlo en el lenguaje de ventas y marketing para productos de un solo uso, incluyendo aquellos certificados y comercializados como "compostables".
La "biodegradación" es el término que se utiliza para describir el proceso en el que los microorganismos consumen el carbono orgánico en un material, y es el nombre de un importante criterio de prueba en las especificaciones estándar de compostabilidad ASTM. No es técnicamente incorrecto referirse a los productos compostables certificados como "biodegradables".
"Biodegradable" no es un término de marketing apropiado para describir el comportamiento al final de la vida porque carece de especificidad sobre el tiempo y el ambiente. Más importante aún, el término a menudo se utiliza para describir productos no compostables que se hacen intencionalmente para parecerse a los productos compostables certificados. Estos productos se conocen comúnmente como "sucedáneos" y son una causa principal de contaminación en las instalaciones de compostaje. Por estas razones, en cuatro estados de EE. UU. es ilegal utilizar el término "biodegradable" en el lenguaje de ventas y marketing para productos de un solo uso.
COMPOSTABLE
Para los productos y embalajes certificados por BPI que cumplen con las normas de compostabilidad ASTM y otras, el término "compostable" siempre debe utilizarse al describir los atributos de fin de vida.
El uso destacado y consistente del término "compostable" en lugar de "biodegradable" en todos los productos, embalajes y materiales de marketing ayudará a los consumidores y a otros a comenzar a entender la diferencia entre los productos compostables legítimos y sus contrapartes no compostables, un primer paso crítico en el esfuerzo por enviar corrientes de residuos orgánicos libres de contaminación a los compostadores que aceptan productos compostables.
PLA: ¿Una Solución Ecológica o Una Nueva Problemática?
En la búsqueda de alternativas más ecológicas, surgen materiales como el PLA (ácido poliláctico), que se promociona como "totalmente natural y compostable". Sin embargo, el PLA presenta varias limitaciones significativas.
Para empezar, la compostabilidad del PLA depende en gran medida del entorno específico. Aunque el PLA puede compostarse en una instalación industrial, este proceso no se replica fácilmente en compostas caseras. Además, el PLA no es biodegradable en agua o en la tierra, limitando aún más sus capacidades ecológicas.
El PLA se produce a partir de residuos de maíz mediante un proceso complejo. A pesar de su origen vegetal, para que el PLA funcione correctamente en máquinas de fabricación de popotes por proceso de extrusión, se necesita añadir una cierta cantidad de plástico. Aunque esta proporción de plástico puede no ser tan alta como en otros materiales, ha llevado a ciertos países a rechazar el PLA debido a su contenido plástico.
Por lo tanto, aunque el PLA puede parecer una alternativa más ecológica a primera vista, es crucial entender sus limitaciones y las implicaciones ecológicas más amplias de su uso. Las afirmaciones sobre su compostabilidad y naturalidad deben considerarse a la luz de estas limitaciones.
El Futuro de los Materiales Biodegradables y la Importancia de la Información
La evolución de los materiales biodegradables ha mostrado lo crucial que es tener información clara y precisa en este campo. Nos hemos dado cuenta de que a veces no se nos da toda la verdad sobre la biodegradabilidad de ciertos productos y materiales.
Es esencial que tanto consumidores como legisladores comprendan no solo las ventajas de los materiales biodegradables, sino también sus limitaciones y cómo deshacernos de ellos correctamente. De hecho, el éxito de cualquier innovación en este campo depende en gran medida de que todos tengamos información precisa y completa.
Por lo tanto, mientras avanzamos hacia un futuro más sostenible, ser transparentes al compartir información y educar al público serán tan importantes como los avances en la tecnología de los materiales en sí.